Recordando me di cuenta de que ya no soy como era, tiene que ver con la charla de hoy, entre suicidios y besos, entre collares de venas y anzuelos que no dejás que pesquen mis muñecas. Y escribo temas, si, escribo temas que a la gente le gustan pero que a mi me destruyen la cabeza, porque saben que son mi vida reflejada entre unos acordes; es que mi vida tiene banda de sonido, y suena mal, pero estos últimos meses están ´más afinados, si, gracias a vos, ¿a quién si no? ¿A Mr Hyde? No, ese es igual que Luzbelito, está loco, está cansado de vivir y que le pidan, y que no le hagan caso cuando necesita algo, hasta vos a veces me tratas mal y me quejo pero no me importa, sigo siendo todo lo que querés que sea, porque si no te pierdo y me muero, o me pierdo yo también y ni siquiera puedo morirme...y tampoco me voy a acordar de mucho cuando me encuentren en la cama y con el charco de sangre por alrededor, pero seguro que la última imagen va a ser tu boca viniendo hacia la mía, es el resumen de lo que me hace bien, es el resumen de lo que me gustaría tener siempre...pero no, ni siquiera me dejás decidir el día de mi muerte, y venís a decirme "quiero un bebé tuyo, porque así te vas a quedar conmigo", como si no me voy a quedar igual, a veces no te entiendo, a veces sos demasiado buena y te quedás a desayunar porque sabés que no me gusta tomar leche chocolatada solo, y que me gusta hacerte el café solo con una cucharada de azúcar y nada más, y que me gusta cortar las facturas de hojaldre a la mitad, ponerlas en el plato y llevartelas con el café, en la mesita que hice yo cuando estaba en la casa de mi viejo...y también me gusta cocinarte y esperarte con la comida lista cuando llegás del congreso con los escritores santafesinos que no conocés porque no los leíste nunca , y encima me entero de que se murió Gastón Gori...Puta madre, ese era bueno...
Si, me quiero comprometer con vos este viernes, y quiero que no sea un día como todos los demás, haceme caso, ponete lo que te pedí, y si querés solo dormimos abrazados, es lo único que me hace falta, salvame otra vez, que tengo miedo y me muero, o me mato de miedo y cansancio de bancarme todas las otras voces de mi cabeza...Chau, te amo

Conjuro de pérdida, que me había alejado de todo lo que pude tener y dejé esfumarse como si nada me afectara, y que debí usar ante el peligro de contaminar sin remedio a aquel ser etéreo, que ya me había rescatado...
Conjuro de añoranza, que me despertó del letargo orgulloso, de la pesadilla de haber huido de las mieles, y corrió el velo de mi ignorancia hasta dejarme ver que los sueños verdaderos sólo se cumplen en la medida en que los buscamos...
Conjuro del regreso, de olvidar el egoísmo y afirmar que siempre debí haber dicho “te necesito”, poción de besos que una noche se transformaron en las balas de una guerra sin cuarteles, una batalla de caricias sin restricciones, sin reservas, dando todo...
Conjuro del amor, reinado del sentimiento y la emoción, brebaje de mil palabras y aún más hechos que consagran que el compromiso se asume cuando uno se cansa de pensar en el resto del mundo y se concentra en la felicidad de su otra parte, felicidad que regresa a uno mismo a través de esos ojos tan profundos, de esa mirada que se convierte en reflejo de la risa del corazón, eso que da ganas de seguir vivo aún al más reacio a la existencia...

No es casualidad que esta serie de venenos termine por matar la bestia interna, no es sólo coincidencia que cada vez esté más lejos del Mr. Hyde, y cada vez más cerca del Paraíso, que solo se encuentra si te quedas a mi lado para darme de tu risa, única y grandiosa razón de esta vida...la mía.