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21 noviembre 2005

Sábado

Fue un principio ajetreado, pero la noche prometía...y cumplió.
Dos bandas antes, nunca nos había pasado, y la espera se hacía larga pero grata, escuchando música de acá, que se dejaba disfrutar desde el bar, y qué mejor que en compañía de ella...Y luego, el turno de los míos...Debo decir que la sorpresa fue grande, al ver tanto movimiento en el público, tanto pogo, bandera y gente cantando temas que escribí, fue sentir el cielo al alcance de la mano, poder producir eso en la gente, recibir más calor que nunca, y ella que seguía en primera fila, atenta de que no me faltara agua...No me costó nada dedicarle esos temas, me di cuenta, definitivamente, de que es la mujer de mi vida, y de que si me cuida tanto, debe ser amor lo que le pasa...Si, me dió ganas de traerla a vivir conmigo, para siempre...No me arrepiento, no me arrepiento de haber cambiado pero, a la vez, seguir igual...

Agradezco a los motores de mi vida, Laura, mis compañeros de La Okulta, mi familia, mis amigos más cercanos (Dani, Pablo, Richy y el recién sumado Jorge), ayer comprendí que vivir me cuesta mucho más cuando están lejos...