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29 septiembre 2006

Palabras mas o menos, me estás dejando en cueros...

Las palabras son la cruz con la que hemos de cargar, nunca podemos librarnos del peso de aquello que digan nuestros labios, o escriban nuestras manos; incluso hay palabras que nunca hemos dicho y nos anudan la garganta en un ahogo permanente.

Las palabras son la espada y la pared, la luz de la verdad, pero también ese medio por el cual aprendemos a mentir...a crear la ilusión, la leyenda del ser que no fuimos ni seremos, pero que a los demás les encanta.

Las palabras dan la violencia intelectual (thanks, Salmón), y también la necedad de ser inofensivos, de no provocar reacción alguna luego de un discurso lleno de lugares comunes, esos que solo dejan satisfechos a los verdaderos ignorantes.

Las palabras nos atrapan en la red de lo que nunca quisimos decir, y sin embargo salió de nuestro sistema como una bala de un arma sin seguro, y allí comenzamos la ruleta rusa: amor, odio, desolación, alegría que termina en desilusión, vergüenza posterior, llanto, dolor, pasión...Son ellas, benditas palabras malditas, las que manejan nuestro mundo, las que nos dan o nos quitan, nos llevan al éxito o nos hunden en el fondo del anonimato, ese basural que huele peor que el odio general...

Las palabras son la vanidad, Excalibur, quien pueda utilizar las correctas será el señor de este gran feudo (hectáreas mentales); más quien no logre articular las ideales, se convertirá en lo más bajo, aún a pesar de sus ideas (las más grandes están allí donde no podrán salir con facilidad)...


Será por eso que prefiero ser el Diógenes incomprendido, y no un sofista...

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19 septiembre 2006

Orgullo Enano!

Mi agradecimiento más grande y sentido para la gente de Tropa de Baco, que me ha distinguido con el honor de subir mi viaje por su disco "Poder Enano"...Debo decir que me han sorprendido de una manera increíblemente grata...

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04 septiembre 2006

Así, a veces...

Hay algunas cosas que nunca te dije, pero todavía no aprendo a arrepentirme; hay encuentros en los que no me encontraste, porque me olvidé el alma en el anterior; nunca fui demasiado dócil (lo sabes) en cuestiones del amor, y nunca me olvido de todo lo que prometimos y no hemos de cumplir.
Pero aún así, a veces me detengo a pensar que no hice las cosas por mí, sino para que aprendas, para que busques tu propio bien, o si no querías hacerte el bien llegues al extremo...Ese extremo que revisito cada vez que pienso en este sentimiento de soledad que me entrega la vida sin verte, sin tenerte a mi lado cada día, como antes...
Pero los buenos tiempos jamás duran la eternidad misma, porque somos adictos a los problemas, porque no sabemos ser felices con las cosas que nos hacen bien, porque necesitamos siempre el encuentro con lo incierto, y porque, como dice Joaquín: "las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan se marchitan cuando las toca la sucia rutina".
Aún así, seguís siendo lo mejor de esta condenada vida, seguís, a veces, siendo lo único que me da razones para llorar, para reír, para amar, odiar y destruirme...
...Y los extraño, a los dos...
"En nuestra vida real siempre fuimos decadentes, tuvimos la libertad apretada entre los dientes..." (A. C.)