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29 agosto 2005

Desvaríos

Hay deseos insatisfechos, desgracias aparentemente terribles, que al final advertimos como simples ficciones, como un simple acto más de una existencia plagada de incertidumbre, de dubitación, de vacilaciones perpetuas...Y sin embargo, aquí estamos, imposibilitados de tomar un rol secundario y menos importante en esta obra, cada uno es el centro de su mundo, y no puede ser cobarde ante ese hecho...Sólo se trata de tomar por las riendas la bestia que somos y llevarla por el sendero elegido por nuestras sensaciones, sin tener en cuenta las razones o ideas, sin dejarlo librado al azar...Porque sólo eso nos hace libres, el poder de manejar única y exclusivamente nuestras ideas, y a la vez ser manejados por nuestras sensaciones...Igualmente, la libertad es un estado de herejía y de martirio que nunca acaban...Puede ser la razón de mi subterraneidad...Y de mi desencanto...Y de mi actitud...Y de...