"Eternidad, reluciente existencia plena
ofrecida como néctar
a quien no puede entenderla
ni portarla con orgullo,
ni siquiera avergonzarse
por no distinguir el alba
de una simple claridad.
Nada importa del modo
si el negocio es perfecto:
hacer luz y negarla,
esclavizando por vicio
a quienes ansían tenerla.
Sumisión, la delgada línea que salva o condena.
Ante la duda, disiento.
Vomito sobre las plagas,
entrégome a los placeres
y saboreo la derrota
de verme envuelto en llamas.
Sin embargo es sólo calma
que antecede a la tormenta,
no podrás siempre esconderte
bajo esa piel de cordero
soy un ángel al fin y al cabo
y mi encanto es sentencia;
no habrá más ritos ni templos
donde ocultes tu pereza...
déjame recordarte
que también mordiste el fruto.
¿Quién confiará en tu justicia cuando comience la guerra?"
Sólo inspiración...
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