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13 agosto 2005

Mundo cortado de la tela ametrallada por las privaciones, y allí vivimos creyendo que somos alguien que nunca llegaremos, por aceptar los elogios, aceptando que somos nuestra reputación y no lo que vemos al espejo. MIrando a nuestro alrededor, podemos ver seres tan miserables como nosotros, egos demasiado grandes para caber en el mismo mundo, demasiado entronados para aceptarnos como súbditos de otras voluntades...esto es lo que somos, y al polvo volveremos.